Pepe Herrero es, sin lugar a dudas, uno de los artistas más relevantes y polifacéticos que tenemos en España. Pepe es músico, compositor, compositor de orquesta, compositor de bandas sonoras, guitarrista, pianista, arreglista y productor musical, entre otras muchas cosas. Actualmente se encuentra inmerso en la composición de los temas del próximo disco de Stravaganzza, una banda de metal; en los del siguiente álbum de Mónica Naranjo y, además, está componiendo la banda sonora de una película de terror.

En este reportaje hemos hablado con él sobre su pasión, la música, aunque, como ha explicado, no todo es tan fácil como podría imaginarse. Además nos ha adelantado algunos detalles de los próximos discos de Stravaganzza y de Mónica Naranjo. Si queréis enteraros de todo, ya sabéis: ¡dentro reportaje!

Elan Cultural: ¿cómo fueron para ti esos días de cuarentena al principio de pandemia?

Pepe Herrero: como a todo el mundo, me pilló por sorpresa. Tenía un montón de trabajo para todo el año: estaban cerradas muchas giras, iba a ir a México, a Costa Rica… y todo se cayó. Me tocó reinventarme, como a muchos, pero tengo la suerte de ser músico. Los músicos estamos acostumbrados a llevar una vida de total inestabilidad y a buscar nuevos caminos. La pandemia ha endurecido las reglas del juego, pero el juego al final es el mismo, sabemos adaptarnos a lo que haya. En los primeros meses de pandemia estuve componiendo temas para el nuevo disco de Stravaganzza y para el nuevo disco de Mónica Naranjo, que ojalá puedan salir en 2022, y ya a partir del verano estuve trabajando en otros nuevos proyectos. En el mundo artístico no te puedes quedar parado, tenemos que reinventarnos constantemente, con o sin pandemia.

Elan Cultural: ¿crees que la cuarentena y la pandemia han afectado de alguna manera a tu forma de escribir, de componer, de crear?

Pepe Herrero: en principio, al menos directamente, no he pretendido influenciarme por la situación, aunque como artista es inevitable que todo lo que pasa en tu vida, de alguna manera quede plasmado o influya en tus creaciones. El creador, cuando crea de manera sincera y libre, siempre está unido a su tiempo y a sus circunstancias, aunque él mismo no lo sepa. En mis composiciones durante la pandemia he intentado crear libremente, dejándome fluir por conceptos ficticios.

Elan Cultural: ¿cómo son esos conceptos ficticios?

Pepe Herrero: en el caso de Stravaganzza, Leo y yo propusimos al resto de la banda que el próximo disco tuviera como concepto la oscuridad y la noche… de alguna manera, sí que está relacionado con la realidad que hemos vivido, ya que toda esta situación durante la pandemia ha sido como una noche que ha caído en el mundo paralizándolo absolutamente todo. Buscamos un poco la oscuridad que teníamos en los primeros discos de Stravaganzza, pero con un lenguaje más avanzado y con la riqueza de todo lo que hemos evolucionado y aprendido estos años. El disco a día de hoy está avanzado, tenemos más de la mitad, y todos los temas compuestos son muy, muy oscuros.

Elan Cultural: ¿esa oscuridad va a verse solo con Stravaganzza o también en la música que estás haciendo con Mónica Naranjo?

Pepe Herrero: pues es que ahora que lo comentas, creo que sí que se va a ver también de alguna manera en la música de Mónica. No ha sido buscado para nada, pero me acuerdo que en esos primeros meses de confinamiento Mónica y yo nos juntábamos vía videoconferencia para componer, así que supongo que es totalmente inevitable que de alguna manera nos haya influido en nuestra música toda esa locura que estábamos viviendo. Algunos de los temas que ya están terminados sí tienen cierta oscuridad, al menos en la parte en la que yo tengo que ver, que es la de la música. El primer tema que va a abrir su nuevo disco es tiene cierta oscuridad y es bastante cañero, aunque en el resto del disco hay bastante variedad.

Elan Cultural: hay mucho de Stravaganzza en la música de Mónica, su última gira tuvo muchos toques de tu banda pese a estar cantando temas suyos.

Pepe Herrero: sí, aunque sean temas de Mónica, hay muchos toques oscuros, pero no porque yo haya querido cambiar la música de Mónica; Mónica hace la música que quiere hacer, lo que siente. Si ella decidió trabajar conmigo desde 2008, es porque mi estilo se parecía más a lo que ella tenía en mente. Renaissance fue una súper gira, teníamos una orquesta sinfónica, una coral, una banda de rock pero que realmente no era de rock, era una banda de metaleros súper cañeros; y los arreglos los hice yo. Con todos estos ingredientes fue inevitable que el concierto tuviera momentos también muy oscuros, aunque fue un espectáculo muy variado, con momentos para todos los gustos.

Elan Cultural: la oscuridad de la pandemia no solo se está viendo en lo artístico; por mucho que al principio se dijera que saldríamos siendo mejores personas de esta, estamos viendo todo lo contrario. No es la música la que se está volviendo más oscura: somos las personas quienes estamos cambiando.

Pepe Herrero: tristemente he de decir que salvo excepciones, en general en esta pandemia lo que he visto ha sido un incremento del odio, de la estupidez humana, del individualismo y de la apología de la ignorancia. En vez de unirnos contra un problema común, nos hemos distanciado unos de otros. La pandemia ha supuesto una oportunidad para que la humanidad demuestre su estupidez, su egoísmo y su falta de criterio. Nunca antes en mi vida había visto tanta tontería y escuchado tantas posturas estúpidas. Es triste que en el siglo XXI haya que explicar cosas tan básicas como que la Tierra no es plana, que los virus existen, o que las vacunas salvan vidas. Mientras una parte del planeta se ha dejado la piel arriesgando sus vidas en hospitales para salvar a otros, o desarrollando una vacuna en tiempo récord, otros simplemente se han dedicado a hacer el imbécil, o incluso a sacar partido de la situación como algunos políticos, algunos medios de comunicación y otras personas influyentes. Aunque no quiero culpar a los políticos, creo que el problema es la falta de criterio y análisis de la gente.

La pandemia no es un problema de España, es un problema mundial, algunos dicen que los más de 3 millones de muertos por Covid no justifican las restricciones que nos han puesto en todo el planeta, y las medidas habrán podido ser más o menos acertadas, más o menos lógicas, pero lo que es seguro es que si no hubiéramos tenido restricciones duras, en vez de 3 millones de muertos estaríamos hablando probablemente de 30 millones o más, solo hay que ver la evolución de contagios en las primeras semanas de marzo de 2020, se duplicaban los contagios cada 2 días. Añádele una tasa de mortalidad del 2% aproximadamente, una fórmula que podía haber sido mucho más devastadora si los países no hubieran impuesto las duras restricciones que todos hemos sufrido. Mi único bando es la ciencia, viva la ciencia.

Sin embargo la pandemia también nos ha traído cosas buenas, ha sido una etapa de reflexión: nos hemos obligado a parar y a encontrarnos con nosotros mismos. Esto para algunos ha significado una oportunidad de crecimiento personal y para otros enfrentarse a sus demonios y sus miserias. También me parece positivo que en esta etapa al tener más tiempo y haber estado recluidos, artísticamente ha sido un tiempo muy productivo, se ha producido un florecimiento cultural y creativo muy interesante cuyo resultado probablemente iremos viendo este y el próximo año.

Elan Cultural: por desgracia, muchos artistas han tenido que vender sus instrumentos de trabajo para poder vivir porque no les quedaba otra. ¿Qué hubiera sido de ti de haber sido una de esas personas que no pudo ni trabajar, ni crear ni tocar porque tenías que vender tus herramientas de trabajo para comer?

Pepe Herrero: es verdad que nosotros, los artistas, aunque por un lado nuestro trabajo y nuestra vida es complicada, tenemos una ventaja, y es que tenemos una vía de escape: crear. Ante este problema u otros que hayamos podido tener en nuestra vida, podemos convertir la energía negativa en creaciones y de alguna manera conseguimos sufrir menos, o por lo menos quitarnos cargas de encima. En estos meses de confinamiento he tenido muchas complicaciones en casa de mis padres, y la gente me preguntaba cómo podía llevar el tema tan bien. Siempre respondía lo mismo: “tengo la gran suerte de ser músico”. La música es una vía de escape. Aunque no haya conciertos, el hecho de crear en tu casa una canción, acabarla y escucharla, te libera.

Cuando la cosa empezó a mejorar un poco, pude dar unos pocos conciertos. En septiembre fui al Teatro Romano de Mérida, en diciembre fui al Auditorio Nacional de Madrid, también he estado en el Palau de les Arts de Valencia… estar ahí, delante de mil o dos mil personas aplaudiéndote, es una pasada. Los últimos eran conciertos en los que estábamos solos Mónica y yo, y esos aplausos eran tan reconfortantes… el aplauso es una suerte inmensa. Es algo que no todo el mundo tiene, y en todas las profesiones hay muchas personas que se merecen aplausos que nunca reciben, que les animarían a seguir adelante.

¿Qué hubiera pasado si hubiese tenido que vender mis instrumentos? Nunca me lo había planteado, y no quiero ni imaginármelo. Por una mezcla de suerte, trabajo y esfuerzo, nunca me he visto en esa tesitura… Llevo muchos años siendo músico, he ido comprando un montón de cosas a lo largo del tiempo, y además como toco varios instrumentos y me dedico a tantas cosas, tengo tal cantidad de aparatos e instrumentos que de alguna manera a veces hasta me abrumo. Mira, con quince años yo tenía solo una guitarra y un teclado, no tenía ni amplificador para la guitarra, pero eso no evitaba que tocara 7 horas al día, y tampoco tenía un grabador de pistas o algo similar; me grababa con un radio cassette y después, al haber grabado la base, le daba al play, y con otro radio cassette grababa la melodía. Así creaba mis maquetas. Eran grabaciones cutres con extremadas limitaciones, pero aun así tal vez fue la etapa más creativa de mi vida. La creatividad no está reñida con tener más o menos equipos. Mucha gente justifica su falta de talento o conocimiento por no tener el instrumento o el material adecuado. Al final lo más importante es la ilusión, con ilusión podemos con todo, ya encontraremos el camino, por muchas dificultades que nos encontremos. Aunque no tengas ni un solo instrumento, se puede seguir componiendo y creando.

Elan Cultural: cuando terminó la cuarentena, muy pocos artistas se atrevían a realizar eventos en vivo. Doro fue una de las primeras, haciendo conciertos en autocines con medidas de seguridad, y hubo muchísimas críticas de fans y otros artistas que decían que ese tipo de directos no eran bolos de verdad, que hasta que no se pudieran dar conciertos como siempre lo mejor sería no hacerlos. ¿Qué piensas de ese tipo de comentarios?

Pepe Herrero: la vida y el arte tienen que evolucionar y siempre hay una parte de la sociedad que está en contra de cualquier tipo de avance o evolución. Creo que las actitudes conservadoras son negativas siempre, se hable de lo que se hable: de arte, de pensamiento, de política, de derechos… de cualquier cosa, y más aún si estamos en una situación tan especial como la que estamos viviendo. Hay que salir adelante e inventar nuevas fórmulas. Evidentemente no hay nada que pueda sustituir el calor y la emoción que se tiene cuando estás en un concierto con mucha gente alrededor sin tener en cuenta la distancia de seguridad, sin mascarilla y pudiendo beber de la cerveza de tu amigo, pero es que si no se puede hacer, habrá que hacer otras cosas. Cualquier alternativa al concierto tradicional prepandémico siempre será peor que los conciertos de toda la vida, pero la idea de los autocines me parece brillante, al igual que muchas otras que han salido adelante y que nos han permitido hacer o ir a ver algunos conciertos.

Elan Cultural: de hecho, tú has dado varios conciertos de magnitudes y formatos muy distintos: con Mónica, con Sweet Rock Piano… ¿cuáles han sido las dificultades a las que te has tenido que enfrentar a la hora de hacer este tipo de shows tan diferentes?

Pepe Herrero: uno de los inventos para adaptarme a los tiempos que vivíamos el año pasado fue preparar junto a mi novia el concierto de Sweet Piano Rock, fue una bonita forma de aprovechar el tiempo durante el confinamiento que vivimos juntos. Creamos versiones de temas famosos de rock con arreglos a piano y la dulce voz de mi chica, Pura Gómez. Hay que aprovechar el tiempo como sea, es mucho mejor que quedarse parado quejándose y criticando como hacen muchos otros. Gracias a esta iniciativa bonita, sencilla y práctica para los tiempos que vivíamos, pudimos hacer seis conciertos en verano que fueron super especiales para nosotros.

A lo largo de mi carrera he tocado en sitios muy grandes y con artistas muy respetados por todo el mundo, y poder hacer algo más pequeñito fue algo que me encantó. Pasé de tocar en 2019 en el escenario principal del Wacken a tocar en 2020 en patios de colegio en esta pequeña formación con mi novia, y fue precioso. Lo disfruté muchísimo. El no tener la presión que tienes cuando vas a hacer un concierto grande y el tener al público tan cerca, me hizo de alguna manera incluso disfrutarlo más. Fue algo como muy auténtico. Salíamos ella y yo ante un público que salvo los allegados no te conocían, siendo tu única responsabilidad disfrutar y hacer disfrutar al público. No tenía que interpretar ningún papel y no me jugaba nada importante si algo iba mal. El año anterior, en la gira del Renaissance con Mónica Naranjo, tenía a mi cargo a setenta y dos músicos, en un espectáculo en el que toda la parte musical era mi responsabilidad. Nada podía fallar, es un peso enorme que te hace no disfrutar tanto.

Elan Cultural: según pasa el tiempo vemos cómo va evolucionando el papel que interpretan los artistas: la imagen de Lady Gaga o de Madonna no es la misma que tenían hace diez años, por ejemplo. Esto está pasando en todos los géneros musicales salvo en el metal, donde se lincha a los artistas que intentan evolucionar y hacer cosas nuevas. A Babymetal se les critica por hacer shows y música “comerciales”, a Nightwish por dejar el power metal a un lado o a Amaranthe simplemente por existir, por ser “demasiado poperos” para la escena. Recordemos que bandas clásicas como Twisted Sister o Kiss nacieron siendo muy estrambóticos, pero a la gente que hoy en día critica a las primeras bandas mencionadas, les parecía bien. ¿Por qué crees que el público heavy reclama una imagen tan conservadora y critica con tanto ahínco lo que se sale de lo que consideran como “metal de verdad”?

Pepe Herrero: es que el público heavy es en general un público muy sectario y cerrado. Es lo que hablaba antes de las ideas conservadoras, la actitud conservadora siempre es negativa, en el caso del arte no tiene ningún sentido, el arte tiene que evolucionar, y se abrirá siempre camino por encima de las mentes cerradas que no lo comprendan. En muchas ocasiones el público se abandera de un estilo o de un artista y se creen con derecho a decidir lo que está bien y lo que está mal, lo que se puede hacer dentro de un estilo, y lo que tienen que hacer sus ídolos. No sois dueños ni de vuestro estilo de música favorito, ni de las acciones de vuestros artistas favoritos. Admirar a un artista es saber respetar, y entender que un artística puede tener necesidad de evolucionar creativamente. Para mi el rock es libertad, no es una forma cerrada de hacer música, es una manera de sentir la música apasionadamente, y esa actitud la puedes extrapolar a otros aspectos de tu vida. No me siento menos rockero por hacer música con Mónica Naranjo o con Camilo Sesto, todo lo contrario. Me siento más rockero que nunca. Si algún rockero o metalero no lo entiende, pues peor para él o ella. No me identifico para nada con el tipo de público rockero cerrado e intransigente.

En España en los últimos 30 años ha costado muchísimo hacer avances en los gustos del público metalero. Creo que no es problema de falta de talento, calidad u originalidad en las nuevas bandas, creo que tristemente el público metalero en general es reacio a los cambios y a las novedades, y no suele aceptar propuestas diferentes, que se salgan del manual del buen heavy true metal, o de las bandas de siempre. Creo que es un problema importante para el que no se me ocurre solución, que provocará y provoca desde hace tiempo que el rock cada vez vaya a menos. Solo puedo pedir a la gente apertura mental.

Elan Cultural: hace poco leí en una entrevista que uno de los Kiss decía que el rock está muerto por culpa de la juventud, porque lo que escuchan ahora no es rock aunque piensen que sí. ¿Qué opinas?

Pepe Herrero: que la culpa no es ni de la gente ni de la música, no hay culpables. El arte evoluciona desde sus inicios, lo natural es que nazcan movimientos artísticos nuevos, que se exploten y que, cuando se ha agotado, nazca otra cosa diferente que normalmente suele ser opuesta o muy diferente a la anterior. ¿Puede ser que el rock se haya agotado? Pues tal vez sí. ¿Quién tiene la culpa? Nadie. Es la naturaleza del arte. En su momento se agotó el clasicismo de Mozart. ¿Quién fue el culpable? Nadie. Es natural, tiene que ocurrir. Si no ocurriera, sería grave. Cuando no hay renovación artística, es que el arte muere. Si no se inventasen nuevos estilos musicales, significaría que la música habría muerto, pero por suerte se siguen inventando nuevos estilos musicales, aunque algunos no me gusten demasiado, sobre todo los que tienen que ver con el electrolatino y el reggaetón malo, al menos por este motivo debemos agradecer su existencia (risas).

Elan Cultural: ¿Has recibido muchas críticas del público heavy por participar en proyectos musicales de artistas que no están en el mundo del metal, como Mónica o Edurne?

Pepe Herrero: cuando tienes cierta repercusión, es habitual que haya gente que te critique hagas lo que hagas y gente que te alabe hagas lo que hagas. En mi caso, la gente que me sigue normalmente es muy respetuosa, es gente que alaba mi trabajo y que le impresiona que haga tantas cosas, o muchas veces también es gente que solo me conoce por una de mis facetas. Lo bueno es que a día de hoy no recuerdo que nadie me haya criticado por trabajar con Marta Sánchez, Carlos Rivera, Edurne o cualquier otro artista, tal vez he tenido suerte, tal vez la gente que me sigue está acostumbrada a mi variedad y forma de pensar, o tal vez el hecho de ser un personaje que normalmente está en segundo plano, me convierte en una figura menos polémica. No lo sé, pero me alegro mucho de en general sentirme respetado por el público que me conoce.

Elan Cultural: muchos piensan que el éxito es alcanzar la cima y tener cuanto más números, mejor. ¿Qué es el éxito para ti?

Pepe Herrero: hay gente que se desvive por triunfar, que su objetivo es alcanzar la fama, el poder y el dinero. Es aplicable a todo, no solo a música: también a empresarios, políticos y gente en general. Hay gente que solo quiere conseguir objetivos y que no tienen ningún interés en nada, hay gente que quiere dinero solo para tenerlo y que ni siquiera se lo gasta. Hay gente a la que le gusta la fama y son muy famosos, pero quieren más, o que tienen mucho dinero y poder, pero quieren más. Hay éxitos enfermizos que no comparto y no puedo comprender.

A este tipo de personas me gusta definirlas como esclavos del éxito, gente que se crea un objetivo, y hace que su vida gire en torno a él, a cualquier precio, piensan que su felicidad es alcanzar ese objetivo, y tal vez se equivocan, normalmente la felicidad está en cosas más sencillas. Creo que en las dos últimas décadas este tipo de actitudes se ha visto incrementadas. Creo que desde los tiempos de Operación Triunfo, Gran Hermano y del nacimiento de las redes sociales, mucha gente tiene como objetivo ser famoso, tener muchos likes, todo el mundo quiere ser famoso, aunque sea una fama ficticia a nivel redes. La gente en los últimos años ya no busca tanto el expresarse artísticamente a través de su obra y que su obra pueda llegar a la gente y transmitirle sensaciones. El objetivo ahora es hacerse famoso.

Para mí el éxito es algo mucho más sencillo. A mí me encanta mi trabajo como al que más, pero mi trabajo es mi trabajo y yo estoy deseando que se acabe la jornada laboral, o llegue el fin de semana para dejar de trabajar y vivir la vida, estar con mi gente, ver una película, ir a un concierto, viajar… Por desgracia, he vivido épocas en mi vida en las que he trabajado demasiado y he tenido que sacrificar demasiadas cosas importantes… pero en la mayoría de los casos, en el mundo artístico no hay otro camino, y las situaciones de trabajo extremo son inevitables, sobre todo cuando te gusta hacer cosas tan variadas como a mí. Mi sueño no es ser millonario, es tener lo necesario trabajando pocas horas en proyectos que me ilusionen. Y para alcanzar ese sueño, pues previamente hay que invertir muchísimo esfuerzo y hacer muchos sacrificios.

Elan Cultural: ¿consideras que has sido un esclavo de tu trabajo?

Pepe Herrero: desde pequeño, la música siempre me ha atraído, desde siempre he dedicado mucho tiempo a la música, pero de una forma muy natural, no con el objetivo de triunfar si no con el de disfrutar y expresarme. Creo que es básico tener esta actitud, es lo único que te garantiza que consigas lo que consigas, llegues hasta donde llegues, todo habrá sido bueno y positivo. Es lo típico de disfrutar del camino, no del objetivo, porque si solo piensas en el objetivo y después no lo alcanzas, solo sentirás frustración.

No obstante, y aun teniendo este pensamiento claro, si puedo decir que en distintas etapas de mi vida, sí he sido de alguna manera esclavo del éxito. El hecho de que deseara aprender a hacer tantas cosas, ser productor, dirigir orquestas, componer estilos muy diferentes, tocar varios instrumentos, etc., aunque fueran deseos naturales, hacían inevitables que tuviera que dedicarle muchísimas horas de mi tiempo a formarme, lo hacía de corazón, pero me llevó a vivir una vida no equilibrada, a sacrificar ese tipo de cosas sencillas que también me hacen muy feliz. No fue una decisión consciente, había una necesidad dentro de mí que me llamaba y me pedía hacerlo, si no lo hubiera hecho, tal vez me hubiera frustrado, por lo que sí, al final, de alguna manera, he sido esclavo del éxito, o de mis pasiones.

Elan Cultural: ¿esta esclavitud de la que me hablas es en parte culpable de que lleves tantos años preparando el proyecto Zheuss sin que aún tengamos nada?

Pepe Herrero:  yo creo que no he tirado para adelante con el proyecto porque he tenido otros que eran más importantes, o que al menos me hacían no tenerlo como algo tan prioritario. Esa esclavitud del éxito conlleva hacer todo lo que he hecho, y aunque hubiera puesto mi proyecto personal como algo prioritario, estaríamos en las mismas porque el juego es el mismo.

Elan Cultural: ¿qué es exactamente Zheuss?

Pepe Herrero: llevo desde los diecisiete años queriendo sacar este proyecto adelante en el que yo soy cantante. Por suerte o por desgracia, cada año de mi vida me han surgido proyectos muy interesantes que han provocado que lo haya ido aplazando hasta el día de hoy. El proyecto, ha ido evolucionando junto a mi todos estos años, y cada año lo he sentido de una manera diferente, porque mis gustos iban también evolucionando. Originalmente bajo el nombre de Ecléktica era una mezcla entre gótico, sinfónico y electrónico. A día de hoy será diferente, aunque ahora mismo solo son ideas y canciones que tengo compuestas a piano y voz, y tengo que sentarme a terminar por fin de dar forma, pero tendrá un poco de toda la música que me gusta, muy sinfónico seguro, mezclado con otros estilos como el rock y la electrónica.

Elan Cultural: ahora mismo estás haciendo una banda sonora para una película. ¿Puede ser que estés dejando en esa banda sonora alguna pincelada de Zheuss, sea consciente o no?

Pepe Herrero: En principio, al menos de manera consciente no. La banda sonora que estoy componiendo tiene unos requerimientos muy concretos, se trata de una película de terror con elementos de música budista y tibetana. El director me pide una música muy especial y algo experimental, en este tipo de encargos me pongo al servicio de la imagen y de la narración cinematográfica, y aunque siempre es inevitable que se muestre tu estilo en tus creaciones, creo con la premisa de que la música haga a la película funcionar y ser la mejor película posible. Para la música de esta película estoy experimentando con nuevos sonidos, instrumentos diferentes, y una forma de crear música que antes no había explorado. La verdad es que me estoy divirtiendo mucho, es un proyecto muy especial, que de nuevo ha provocado que aplace una vez más Zheuss.

Elan Cultural: ¿cómo te has preparado para crear de cero una banda sonora que te obliga a no hacer nada parecido a algo que hayas hecho antes? ¿Cómo consigues deconstruirte musicalmente hablando para hacer algo que está totalmente alejado de lo que has estado haciendo hasta ahora?

Pepe Herrero: lo primero es tener tranquilidad. Normalmente he trabajado siempre en muchos proyectos a la vez o con plazos de entrega muy ajustados, y así es difícil. Es crucial tener la tranquilidad necesaria para poder invertir tiempo en estudiar, inspirarte e investigar. Aquí sí que he tenido esa tranquilidad. Los dos primeros meses los dediqué exclusivamente a estudiar y explorar, estuve estudiando a autores que hasta ahora antes no había tenido como influencia, Penderecky, Ligeti, Górecki, John Tavener, Mark Korven, o Bobby Krlic, y estuve estudiando sobre música tradicional budista y tibetana. Después de esta primera fase ya empecé a componer, aún sobre guion.

Elan Cultural:cuando termines este trabajo, ¿seguirás componiendo bandas sonoras para películas o te vas a centrar en otro tipo de proyectos musicales?

Pepe Herrero: me encantaría seguir con ello, ojalá tenga la oportunidad de seguir haciendo música para cine, series o videojuegos, porque me encanta. De momento después de esta película tengo una gira de conciertos a piano voz con Mónica Naranjo, vamos a terminar su nuevo disco, y estoy pendiente de que otros proyectos que estoy preparando salgan adelante, pero mi principal objetivo es sacar tiempo para poder componer para mis proyectos, quiero parar unos meses para trabajar exclusivamente en ello.

Elan Cultural: ¿qué ha pasado para que puedas parar ahora y antes no?

Pepe Herrero: es triste, pero a veces también es una cuestión de presupuesto. En las profesiones artísticas es habitual tener que hacer varios trabajos a la vez porque si haces solo uno no te da para vivir, además tienes que estar cerrando y negociando los siguientes trabajos. Bajo esta inestabilidad y estrés es difícil encontrar la tranquilidad para poder apostar por un proyecto personal. Por suerte, en los últimos años he alcanzado un nivel en la música que me permite poder vivir mejor, y decir “no” a los proyectos que no me motivan.

Elan Cultural: para terminar, me gustaría que hicieras a los lectores del reportaje una recomendación de artistas que te llamen la atención por el motivo que quieras dar.

Pepe Herrero: hace poco leí un libro de Stephen Hawking, “Breves respuestas a grandes preguntas”. Poder leer las reflexiones en primera persona de alguien tan tan inteligente, que además tuvo que enfrentarse a tantas dificultades, me parece súper enriquecedor y motivador. También recomiendo ver en YouTube el concierto sinfónico que hizo Dimmu Borgir en el Wacken en 2013; para mí es lo más grande que se ha hecho en la historia del metal. Y por último para lanzar otra propuesta muy diferente a estas dos anteriores, también me gustaría recomendar el concierto documental que estrenó Beyoncé hace poco en Netflix, me flipó, otro gran ejemplo de superación.