Jorge Motos lleva actuando desde bien pequeño, pero ha sido ahora cuando el trabajo de todos estos años ha empezado a ser reconocido a nivel nacional. Se ha quedado a las puertas de recibir el Goya a mejor actor revelación por su papel protagonista en la película «Lucas», pero ha conseguido reconocimiento, visibilidad, otros tres premios que no se los quita nadie y «el cariño de toda esta gente». Un buen actor, creemos, debe ser sensible y empático para poder meterse bien en la piel del personaje al que interpreta, y Jorge es un chico con una sensibilidad muy especial que va a hacer de él, estamos seguros, uno de los grandes actores nuestro país.

Entrevista: Luis Sánchez, @luis_brato

Fotografías: Nat Enemede, @natenemede

Maquillaje: Eva Quílez, @evaq_mua

Estilismo: Carmen Ortega, @carmenbru.stylist

Showroom:  @nosolounaidea

Capa roja y camisa blanca: @profanaoficial

Pantalón rojo: @lecruel_thebrand

 Conjunto de americana y pantalón: @hooribigdelidesign

Elan Cultural: bienvenido a Elan Cultural, Jorge. Has estado nominado a un Goya en la categoría actor revelación. ¿Cómo te sentiste cuando te llegó la noticia?

Jorge Motos: ¡muy buenas! Es muy fuerte todo lo que ha ocurrido, la verdad. Estaba un poco escéptico con todo lo que pasaba, no terminaba de creérmelo del todo e incluso te diría que veía la nominación como algo ajeno, era como si no me estuviesen pasando todas estas cosas a mí.

Elan Cultural: además de la nominación al Goya por tu interpretación de Lucas, el protagonista de la película que tiene el mismo nombre, te han dado premios como la Tesela de Plata al mejor actor en Alicante, la Biznaga de Plata al mejor actor en Málaga y el premio Berlanga al mejor actor protagonista en Valencia. ¿Cómo has procesado tanto premio por un mismo papel?

Jorge Motos: nosotros grabamos la peli en 2018 y salió en 2021. La película llevaba tres años en un cajón, no tenía distribuidor, es una peli súper pequeña. Tenía muchas ganas de ver la película, pero todo estaba bastante aparcado. De repente, un día de marzo recibo un mensaje del director en el que me cuenta que Televisión Española ha comprado la peli, y un poco después me cuentan que en junio nos vamos a un festival en Málaga para estrenarla. Yo estaba tan nervioso y tan ilusionado que nunca me planteé la posibilidad de que fuese a recibir tantos premios, era algo en lo que ni siquiera pensaba. Primero llegó el de Alicante y yo estaba muy contento, no me lo esperaba para nada. Después vino el de Málaga, y aunque seguía contento, no terminaba de comprenderlo. Por una parte te alegras mucho, claro, pero por otra, hay que entender que soy un chico que tiene sus inseguridades y no terminaba de entender por qué les gustaba tanto el trabajo que había hecho. Yo me preguntaba: “¿pero de verdad está tan bien mi trabajo?”. Estoy muy feliz con mis premios y con la nominación al Goya, pero a veces siento que no son míos porque nunca me habían dado ningún premio y de repente llega todo esto. No sé gestionarlo y no termino de asimilarlo, es muy fuerte.

Elan Cultural: “Lucas” nació como un corto y después lo llevaron al largometraje. Tú ya eras fan de Lucas antes de que te diesen el papel para la película, ¿verdad?

Jorge Motos: sí, yo era súper fan del corto. Lo conocí al poco de estrenarse, conocí al antiguo Lucas y recuerdo que nominaron al corto a los Goyas hace unos años. Me acuerdo de estar viendo los Goya para ver si Lucas conseguía llevárselo o no, es que me encantaba. Yo no tenía ni idea de que querían hacer una peli, y de repente mi profe de Valencia me dijo que estaban buscando a chicos de hasta dieciséis años, y aunque yo fuera un poco más mayor aparentaba esa edad así que me animó a que fuese al casting. Fue un proceso que hice con mucha ilusión porque me encantaba la idea de darle vida a un personaje que me gustaba tanto, y cuando me dijeron que era mío… increíble.

Elan Cultural: es una película muy cruda porque refleja muy bien la realidad, que no siempre es bonita. Muestra y desarrolla con mucha objetividad un montón de problemas que existen en la sociedad, como la dependencia emocional, la pedofilia o el maltrato, entre otros.

Jorge Motos: sí. La película tiene dos partes muy claras: la segunda la veo como un thriller, pero la primera la veo muy documental, es un drama muy cotidiano. Es muy grave, pero muy documental.

Elan Cultural: hay escenas muy crudas de las que me gustaría hablar. Cuando Manu, el padrastro, empieza a sospechar que Luchas se ha echado un novio mayor que él, dice “es que este es un puto maricón y le habrá chupado la polla como mínimo”.

Jorge Motos: sí, es muy fuerte. Para mí, como espectador, el personaje de Manu representa a un señor atormentado que hace las mismas cosas que haría un hombre prehistórico. Es verdad que su comportamiento es injustificado, pero al final de la película se intenta explicar un poco mejor.

Elan Cultural: ojalá las hicieran solo los hombres prehistóricos, pero tenemos a muchos Manus viviendo entre nosotros hoy en día.

Jorge Motos: absolutamente.

Elan Cultural: la película también señala a los llamados “follógrafos”, que son personas que se hacen pasar por fotógrafos profesionales y ofrecen books gratuitos con la única finalidad de conseguir fotos de los modelos desnudos o incluso de engatusarlos en medio de la sesión para intentar tener sexo con ellos. El personaje Álvaro, que es un viejo, usa las fotos que le hace a Lucas para hacerse pasar por él y ligar con niñas de doce años.  

Jorge Motos: creo que es un tema muy actual y que daría para hacer una película sobre este tema concreto, pero en «Lucas» no ha hecho falta profundizar mucho más tiempo en esto para que uno se dé cuenta de la crueldad del asunto. Cuando vi la película, es cierto que sentí cierta tensión entre Lucas y Álvaro que no viví como actor, y creo que realmente la historia sí podría haber desencaminado por donde dices perfectamente. En este caso Álvaro es un personaje heterosexual así que no quiere nada con Lucas, pero igualmente comete abusos online con niñas pequeñas haciéndose pasar por Lucas, que, recordemos, también es menor y está suplantando su identidad. Es igual de terrorífico en realidad.

Elan Cultural: últimamente se está abriendo el debate sobre la diferencia de edad en relaciones adultas. Unos defienden que la edad no importa y otros piensan que no es normal que alguien de treinta esté con alguien de veinte porque se generan dinámicas de poder tóxicas. Esto pasa en la película: la diferencia de edad de Lucas y Álvaro es tremenda, y aunque todo es consentido, se ve claramente que uno está manejando al otro. ¿Qué piensas sobre este tema?

Jorge Motos: es verdad que todo es consentido, pero no significa que las dos partes sean conscientes de lo que está pasando. Para mí una relación con tanta diferencia de edad, aunque los dos tengan más de dieciocho años, es un caso absolutamente claro de abuso de poder. “Lucas” es una película que te invita a reflexionar sobre muchas cosas; cuando terminas de verla te quedas pensando en lo que has visto y creo que una de ellas es precisamente que ese abuso de poder, por mucho que sea consentido, no está bien. Álvaro tiene un absoluto poder sobre Lucas y sobre las niñas con las que habla haciéndose pasar por Lucas. Creo que la película intenta tener un punto de vista bastante objetivo, no te enseña una escena para luego decirte que está mal, simplemente te planta una situación tal y como ocurre en la realidad y tú te das cuenta de que está mal sin que nadie te diga nada. Al no criminalizar a Álvaro por este enfoque objetivo, sales de ver la película impactado y te puedes llegar a identificar con él en algún momento. No es mi caso, pero ha habido gente que me ha dicho que ha empatizado con él.

Elan Cultural: ¿qué clase de persona puede llegar a empatizar con alguien así?

Jorge Motos: es que me han dicho de todo, y hay gente que me lo ha reconocido. Mira que es absolutamente un pedófilo, pero el punto de vista desde el que se ha hecho la película no es ese, no busca criminalizar a alguien, sino narrar una realidad, y en la realidad hay gente así. Es muy fuerte. Luego hay otras personas que me han dicho que Lucas les ha caído fatal, que es un hijo de puta, y claro, yo le veo como un pobrecito, como un niño que no ha tenido otro camino y que no es consciente de la realidad hasta que se le planta delante la niña de doce años.

Elan Cultural: Lucas se enfada mucho cuando se entera de que Álvaro está haciéndose pasar por él para abusar de niñas vía online, pero aún así sigue cerca de Álvaro y se va de casa con él. ¿Por qué?

Jorge Motos: Álvaro y Lucas son dos personas rechazadas por el mundo, aunque evidentemente por razones muy distintas. Son dos personas que se han encontrado en ese rechazo social tan absoluto que sienten, y es como si se vieran en un espejo. Se llegan a suplir los papeles de la falta de la figura del padre y la falta de la figura del hijo. El momento en el que Lucas decide irse con él es cuando vuelve a su casa, su madre le ha medio pillado, Manu le ha pegado y sus amigos han descubierto todo. Lucas está completamente solo, no puede volver a casa, no le queda otra opción que seguir con él. Lucas ve que el único lugar en el que puede sentirse seguro es estando cerca de él, aunque en mi opinión se equivoca.

Elan Cultural: ¿qué le habrías dicho tú a Lucas?

Jorge Motos: uff, ¿qué decirle? Le hubiese dado un abrazo y le habría dicho “venga mi niño, vamos al psicólogo. Cuenta conmigo para lo que necesites”. Es una situación muy complicada. Ha muerto su padre y no le han enseñado a sobrellevar el duelo porque la sociedad no te enseña, simplemente te dice que pases página y ya. A eso se le suma que su padrastro es un drogadicto maltratador, que su madre de dice que no le llame madre, sino Irene, que repite curso, que es cojo, que la chica que le gusta y sus amigos pasan de él… ¿cómo va a saber un niño como Lucas cómo gestionarlo todo? Incluso hay partes de la película que se han eliminado que eran muy duras y que agravan mucho más lo que Lucas siente. Una de ellas es al principio de la película, cuando Lucas viene de llorar justo antes de su primera conversación con Álvaro. Lo que había pasado antes, que no se ha llegado a mostrar en la peli, es que Lucas está saliendo del vestuario, le cogen entre seis chavales y le estampan los huevos contra un pilar. Es muy grave y no se le puede echar la culpa de no saber gestionar todo lo que le pasa.

Elan Cultural: lo mejor que le podría haber pasado a Lucas sería haber pedido ayuda psicológica, pero hay que tener en cuenta que viene de una familia pobre y quizás no podían permitirse uno.

Jorge Motos: absolutamente. En realidad Lucas venía de una familia más o menos media que termina desestructurándose cuando se muere el padre. La madre empieza con Manu, que es un drogadicto que no ejerce de padre, y no sé si se habría planteado buscar ayuda para su hijo si se lo hubiera pedido porque pasa bastante de él. Al principio de la película, Lucas le dice “oye, mamá”, y ella le responde “no soy tu madre, soy Irene”.

Elan Cultural: Álvaro es un pedófilo que ha estado en la cárcel. Allí le castran, pero ni aún así es capaz de dejar de intentar controlar a menores para abusar de ellas. Cuando terminé de ver la película, me pregunté qué podría hacer la sociedad cuando ni la cárcel ni la castración han conseguido frenar la sed de abuso de un pedófilo. ¿Es algo sobre lo que tú hayas reflexionado?

Jorge Motos: lo he pensado mucho, pero no soy capaz de llegar a ninguna conclusión. No lo sé, pero es cierto que Álvaro es reincidente. Realmente no sé si se podría hacer algo para que este tipo de personas parasen de hacer eso, lo único que tengo claro es que muy probablemente no lo habría hecho nunca si hubiera recibido una educación adecuada que le enseñe que ni él ni nadie deben siquiera plantearse esas cosas.

Elan Cultural: al final de la película no se sabe muy bien qué pasará con Lucas, pero hay otro trabajo tuyo que podría ser perfectamente la continuación del personaje: el videoclip de “Tan lejos Madrid”. Ahí, el pobrecillo en un rincón de Navacerrada súper triste y súper solo.

Jorge Motos: ay, ¡sí! Pobrecillo (risas). Pues mira, ese videoclip surgió porque fui a ver un concierto de Dear Leo, una de mis artistas favoritas y también amiga, y presentó una canción nueva, “Tan lejos Madrid”. Le dije que me parecía increíble, que era tremenda, y me respondió que el día que la sacara me avisaría para salir en el videoclip. Ella siempre los graba con Hibridoabraxas, que es uno de mis mejores amigos, y entre ellos dos montaron toda la historia. Fue una cosa muy familiar.

Elan Cultural: también has trabajado con Hibrido en “Republicanas”, un videoclip de Belén Aguilera.

Jorge Motos: sí. A Belén y a Hibrido se les ocurrió la idea de juntarnos a todos los amigos y salió una cosa increíble. He hecho esos dos videoclips y he hecho también “Haz de luz” de Rayden, que es mi favorito. Es súper guay porque Rayden buscaba a un chico que fuese mayor de edad pero que pareciese más joven, así que un amigo suyo le habló de mí, nos reunimos, fuimos al norte a grabar debajo de la lluvia… me acuerdo que cogí unas anginas de caballo por toda la lluvia y dos días después empezaba a trabajar en “Lucas”, así que llegué el primer día de rodaje con cuarenta de fiebre, pero mira, ahora que veo de lejos todo esto lo veo como súper guay. Se juntó el proyecto tan maravilloso de Rayden con “Lucas”, que ha sido el viaje de mi vida.

Elan Cultural: volviendo a «Lucas», hay un momento en el que Manu grita algo como “un puto maricón como tú” mientras le da una paliza a Álvaro. ¿Cómo viviste como persona del colectivo ese momento durante la grabación? ¿Llegaste a sentir miedo en esa escena?

Jorge Motos: sí, y te cuento más. A mí me costó mucho comprender el personaje de Manu porque me considero una persona empática, y con todas las agresiones homófobas, tránsfobas o racistas que están ocurriendo ahora mismo, estoy bastante asustado y no comprendo nada. Además me sorprende porque he visto muchas más faltas de respeto en Madrid que en Valencia o en otros sitios. Yo soy de Valencia y allí nunca he visto nada.

Elan Cultural: bueno, citando a una grande: “Madrid parece muy moderna, pero Madrid no es moderna”.

Jorge Motos: total, total.

Elan Cultural: también has grabado «Feria», una serie nueva de Netflix. ¿Qué puedes contarnos?

Jorge Motos: para mí “Feria” es todo lo que siempre soñé con hacer. Así definiría a mi personaje en Feria, ha sido un sueño en el que encima han estado involucrados el mejor equipo técnico del universo y el mejor equipo artístico del mundo. Mis compañeros y compañeras son mis hermanos, son mi familia. Se ha creado algo muy bonito y emocionante.

Elan Cultural: ¿hubo muchas diferencias a la hora de preparar el personaje de “Lucas” y el de “Feria”?

Jorge Motos: yo siempre trabajo con una coach, Sonia Catelo. Siempre trabajamos de una manera diferente para cada personaje. Cuando hice a Lucas, mi primer personaje protagonista –en “Feria” no lo soy- yo todavía no sabía analizar un guion o generar un arco, así que fue un trabajo más lento. Recuerdo que un mes y medio antes de empezar a grabar “Lucas” me encerraba en la parte de abajo de un bar de Malasaña con Sonia mirándolo todo, leyendo todo lo que veía, mirando cada detalle y… bueno, me estoy dando cuenta de que es lo mismo que he hecho para “Feria”. Ahora que lo veo, sí, es una preparación parecida, salvo por lo del bar de Malasaña (risas).

Elan Cultural: ¿alguna vez, sobre todo siendo pequeño, te han juzgado o insultado por querer dedicarte a algo artístico?

Jorge Motos: mira, yo empecé a hacer teatro a los ocho años y recuerdo ocultarlo en el colegio. No sé cuánto tiempo lo oculté porque es verdad que al final la gente se enteró, pero recuerdo que no quería que nadie se enterase. En el colegio ha habido cosas raras también. Mis amigos me llamaban Jorge Dramotos y me hacía mucha gracia, siempre me ha parecido muy guay, pero también hubo gente que se pasó de rosca. Cuando me nominaron a los Goya cierta cuenta de Instagram lo compartió y dos días después una amiga del cole me dijo que mirase los comentarios. Pues me metí y vi que algunos de los que se pasaban de rosca, siguen haciéndolo a día de hoy. Llevaba cuatro años sin acordarme de ellos y ahí estaban, llenos de odio sin haberles hecho nada. Fui a contestar, pero, para qué. Pobrecitos. El punto de burla y de gilipollez sigue siendo el mismo cuando yo los tenía ya olvidados. O sea, toda mi vida tratando de huir de personas como esas porque hacían daño y de repente, cuando ya me olvido de ellos, me los vuelvo a encontrar y siguen igual que antes. En realidad pienso «pobre gente».

Elan Cultural: es muy triste ver cómo el tiempo pasa y la gente no avanza.

Jorge Motos: total. Mira, es verdad que me acordé hace unos cuatro meses de algunos de ellos porque tengo una cosa con los olores muy fuerte, y es que cuando huelo algo suelo trasladarme a una época concreta. Me pasó en verano mientras trabajaba en un bosque, desbloqueé muchos recuerdos de estas personas tan gilipollas pero tenía cierto alivio porque ya son personas totalmente alejadas de mi vida, y de repente ahora tienen que volver, cuatro años después… muchos Manueles hay en la vida.

Elan Cultural: demasiados, por desgracias. En cuanto a tu futuro profesional, ¿te atreverías a escribir tu propio guion?

Jorge Motos: justo después de grabar “Lucas” empecé a escribir una obra de teatro como forma de desahogo y la dejé a punto de terminar. Me bloqueé y nunca volví a ponerme, aunque llevo ya unas cincuenta-sesenta páginas. Uno de mis sueños es hacer una obra de teatro, aunque reconozco que no me pongo muchos objetivos a largo plazo porque me generan agobio y frustración. Mis objetivos son más a corto plazo, vivo más tranquilo, menos presionado y más en calma.

Elan Cultural: muchas gracias por tu tiempo, Jorge, te deseamos lo mejor.

Jorge Motos: ¡gracias a vosotros!

Entrevista: Luis Sánchez, @luis_brato

Fotografías: Nat Enemede, @natenemede

Maquillaje: Eva Quílez, @evaq_mua

Estilismo: Carmen Ortega, @carmenbru.stylist

Showroom:  @nosolounaidea

Capa roja y camisa blanca: @profanaoficial

Pantalón rojo: @lecruel_thebrand

 Conjunto de americana y pantalón: @hooribigdelidesign