David Suárez es uno de los humoristas españoles más reconocidos de los últimos años. Su humor negro ha provocado un sinfín de polémicas una y otra vez hasta el punto de llegar a ser denunciado por un chiste que publicó en Twitter. Aún no se ha celebrado el juicio, aunque muchas personas ya lo hayan sentenciado. Mientras el día llega, el debate que siempre ha estado encima de la mesa va creciendo de tamaño exponencialmente: ¿cuáles son los límites del humor? ¿Se puede hablar de todo? ¿Todo vale si se cuenta en forma de chiste? Hemos querido hablar con él para que nos dé su punto de vista y han salido reflexiones de lo más interesantes. ¡Dentro reportaje!

Elan Cultural: bienvenido a Elan Cultural, David. Mucha gente dice que eres uno de los personajes públicos más polémicos de nuestro país. ¿Piensas que “polémico” es una buena palabra para definirte?

David Suárez: supongo que soy polémico porque me han sucedido cosas que pueden considerarse polémicas, pero no lo hago con la intencionalidad de serlo, no lo estoy persiguiendo aunque pueda parecer que sí. Básicamente hago cosas que se parecen a las que a mí me gusta ver en otros países, en gente que admiro. Aquí se entienden como cosas polémicas, quizás porque lo hago mal, pero no es la intención en principio.

Elan Cultural: la gente te conoce sobre todo por el tuit que te va a llevar a juicio.

David Suárez: sí, se ha ido posponiendo y aquí estamos después de unos meses. Al principio muchos medios hacían noticias tipo “un loco pone un tuit que blablablá” cuando realmente el titular debería ser algo como “un cómico ha hecho un chiste”, que obviamente te puede gustar más o gustar menos, pero es que ese debería ser el titular: «David Suárez ha contado un chiste». He querido dar siempre mi punto de vista acerca de esto en vez de quedarme callado porque si lo hubiera hecho tan solo existiría la otra versión, y es con lo que la gente se hubiese quedado.

Elan Cultural: por desgracia es muy común que la gente se quede solo con un punto de vista y que ni siquiera se pare a escuchar la versión del otro. Este es un buen momento para explicar desde tu visión de los hechos lo que pasó con ese tuit que te va a llegar a juicio.

David Suárez: lo que pasa es que yo hago un tipo de humor que puede gustarte más o menos, pero creo que si eres de mi generación o si tienes 35 años o menos, puedes diferenciar perfectamente que lo que tuiteé es un chiste, aunque no te guste. Evidentemente no era algo dicho desde la seriedad y la reflexión. Creo que todo esto pasó a manos de gente que son dinosaurios que tienen de cincuenta para arriba y que entienden mi chiste como un discurso de odio, como una declaración de intenciones o de cosas que por supuesto no son, pero yo no quiero ir dándole un manual de instrucciones a cada persona que no viva en el siglo XXI y que no sepa distinguir un chiste en Twitter de un discurso discriminatorio.

Elan Cultural: después de esta polémica se debatió mucho por redes dónde están los límites del humor. ¿Tú crees que el humor debe tener límites?

David Suárez: yo creo que el debate interesante es el de la libertad de expresión, que es donde no tengo tan claro si debe haber límites o no porque volvemos al punto de siempre: si legitimizas todo tipo de libertad de expresión, ¿qué pasa con los nazis? Yo creo que hay que saber diferenciar las cosas y ser consciente de que un nazi que va repartiendo odio por donde pasa no es comparable a un chiste, al mundo del humor y de la ficción. A mí en el caso de estas dos últimas me sobra el debate, creo que no debería haber ningún límite porque si le pones barreras a la imaginación, que es el único reducto que nos queda en el que todavía no nos están señalando lo que se puede decir y lo que no, pues nos quedamos sin nada. Otra cosa es que en la vida real no puedas hacer cierto tipo de declaraciones. Yo creo que la sociedad debe ser lo suficientemente responsable como para responder al autobús de HazteOír, bien sea haciendo como que no están o bien con otro autobús que les responda y les diga: “lo que vosotros digáis, pero los curas se follan niños”, por ejemplo. Creo que hacer lo que ellos quieren conseguir, que es censurar, es contraproducente. Creo que es perder como sociedad porque eso significaría que nuestra única solución ante este tipo de cosas es usar la fuerza, utilizar sus propios métodos. Eso en cuanto al debate de la libertad de expresión; con respecto a los límites en el humor o en la ficción, te digo que no estoy a favor, pero ni en comedia, ni en drama, ni en nada, y menos mal que hay géneros donde no censuran casi nunca. La lista de Shindler habla de lo que habla sin ninguna censura porque esa película no debe tener censura.

Elan Cultural: dices que la gente debería tener responsabilidad social para enfrentarse a esas situaciones que has expuesto sin usar la fuerza, pero, ¿realmente crees que la gente es responsable socialmente hablando? 

David Suárez: sí, tienes parte de razón, pero tampoco podemos tratar a la gente como si fuera imbécil. Si tú tratas a alguien como un imbécil, va a responder como tal. Aunque vayamos a fracasar, tenemos que aspirar a algo un poquito más alto. Algo que le pasa tanto a la izquierda como a la derecha es que se aprovechan de la poca responsabilidad ciudadana para decirte lo que tienes que hacer, y eso es calvo de cultivo para que hagan lo que quieran contigo y con todo el mundo. Me explico: la izquierda te va a decir que como no eres suficientemente responsable y la construcción social va a determinar que tú estés determinado por un contexto, ya se va a ocupar de que no hagas unas cosas u otras para hacer lo que ellos vean. La derecha igual: dirá que como eres un imbécil, no tienes que preocuparte porque ya seré yo quien se encargue de encontrarte a ti mismo a través de la nación o la Iglesia. En el fondo tienen razón los dos: la gente es imbécil, pero, coño, no nos hagáis la de “os vamos a decir nosotros lo que tenéis que hacer porque vosotros no sabéis”.

Elan Cultural: esto no es nada nuevo, lleva pasando a lo largo de toda la historia. De pequeños nos hacían estudiar la frase “todo por el pueblo pero sin el pueblo” como si fuera algo que queda muy lejos, pero seguimos estando muy cerca de ese punto.

David Suárez: desde luego, y no va a cambiar.

Elan Cultural: me hablabas también de que los medios han puesto titulares bastante desubicados. Hace unos meses asesinaron a una niña en las Canarias y cierto programa mañanero de Antena 3 que solo busca el morbo y que muchas veces no tiene ninguna ética, escribió un artículo diciendo que iban a emitir en directo cómo metían el cadáver en un camión y lo trasladaban de lugar. A ti quieren intentar meterte en la cárcel por contar un chiste y esos mismos periodistas que te critican se van a grabar a una niña muerta por puro morbo sin que nadie diga nada. ¿Cómo se come esto?

David Suárez: yo creo que eso tiene que ver con el tabú que hay en la comedia por culpa de la herencia católica que tenemos. Parece que ahora todos somos súper ateos y que no tenemos nada que ver con la Iglesia católica, pero es que culturalmente seguimos con muchas cosas gracias o por culpa de ella. Una de esas cosas es que nos da pena reírnos de la desgracia porque pensamos que está mal hacerlo. Sobrellevar la muerte riéndonos de ella no vale, hay que pasar un luto y no puedes hacer chistes sobre la muerte. Si haces chistes de los débiles, se dice que te estás burlando de los débiles. Esos pensamientos los tenemos por la herencia católica, y te lo voy a explicar con el ejemplo de la muerte de la niña de la que me has hablado: tú puedes hacer una publicación repugnante diciendo que vas a grabar en directo cómo meten en un camión el cadáver de una niña para trasladarlo por puro morbo, pero consigues disfrazar eso tan casposo y repugnante de seriedad y la cosa cambia. Pero si para sobrellevar la situación, incluso siendo un familiar, recurres al humor y al chiste, ya está mal porque deberías pasar un luto, deberías estar jodido, deberías pasar por una penitencia. Cuando la gente ve comedia, ve que estás feliz, y como estás feliz, pues está mal y hay que criticarlo.

Elan Cultural: muchas de las críticas hacia este tipo de humor dicen que lo que hacen esos chistes es aprovecharse de las desgracias ajenas para sacar dinero.

David Suárez: sí, hay comedia que vive de eso, pero no me parece que no sea ilegítima. No creo que sea mi caso porque no baso todo mi humor en reírme de la gente. Es verdad que a veces lo hago, pero no me baso en ello, y aunque lo hiciera, no creo que fuera censurable. Sí que hay veces que me río de ciertas cosas, efectivamente, me levanto y me apetece ir a joder un poco, pero hay veces que haces ciertos chistes porque quieres hacer a la gente partícipe de una realidad. No es porque quiera volver a todos más inclusivos, pero inconscientemente quizás sí se incluye a más diversidad porque estás hablando de realidades que nunca se comentan en ningún otro sitio, estás hablando de alguien como lo haces de cualquier otra persona. Creo que jugar con los estereotipos es una forma de destruirlos y que decir las cosas en alto muchas veces es señalar lo que todos estamos pensando pero nadie quiere decir, y cuando dices en alto algo que todo el mundo piensa pero calla es como cuando coges un globo, lo inflas mucho y estalla: se rompe la tensión y se puede empezar a hablar de ello.

Elan Cultural: es curioso que digas estas cosas con tanta naturalidad siempre que se te pregunta pero que después haya empresas que te contraten, sabiendo quién eres, cómo trabajas y las cosas que dices, y te despidan “por pasarte por la raya”. Te han largado de muchos sitios por hacer los mismos chistes por los que te contrataron; es como si yo contrato a un manco y después le echo a la calle por ser manco. Un sinsentido.

David Suárez: sí, eso es lo que me pasó por ejemplo con Andreu Buenafuente, pero bueno, eso sí se puede achacar a que estaban de pruebas con gente y quizás no encajé tanto como creían al principio. En el caso de Yu sí que es más peculiar porque vas para atrás y ves que hice chistes todavía peores y me echaron justo por uno que no era para tanto. No tengo una respuesta clara para esto.

Elan Cultural: sería por poner por delante la imagen de la empresa que tu trabajo, que puede ser legítimo pero recordemos que esa empresa te contrató para hacer ese tipo de chistes.

David Suárez: sí, eso por supuesto.

Elan Cultural: bueno, tú no solo te dedicas a hacer chistes en ese tipo de programas o en las redes sociales: tienes un show en directo. Cuéntanos qué podríamos encontrarnos en uno de ellos.

David Suárez: es una hora de monólogos y de actuaciones mías hablando de límites del humor. En el show cuento cómo empecé a hacer todo esto, cómo fue el paso por Buenafuente, por el Yu, hablo del tuit y más cosillas, pero realmente es una excusa para hacer chistes de humor negro y hablar de libertad de expresión y de todas estas cosas.

Elan Cultural: también te dedicas a hacer roasts, que básicamente son vídeos en los que te grabas metiéndote con gente que te paga para que les insultes.

David Suárez: sí, y es de puta madre. Me pagan por insultar, así que genial.

Elan Cultural: ¿te llegan muchas peticiones?

David Suárez: pues privados bastantes. Me piden muchos para bodas, cumpleaños y cosas así. Siempre hay algún tarao que se anima a hacer uno público, pero privados me llegan como diez al mes, que es un dinero que viene bastante bien.

Elan Cultural: ¿podrías hacer un pequeño ejemplo improvisado para que la gente vea cómo puede ser un roast? ¿Qué le dirías a Isabel Díaz Ayuso si te pagara para que le insultaras?

David Suárez: hostia, qué difícil. Mira, de Ayuso te puedo decir que me gusta porque tiene algo en común con C. Tangana porque los dos tienen cara de Chihuahua, pero ella al mismo tiempo tiene cara de que folla muy bien pero te roba el coche después. Tiene pinta de ser una de esas personas que tienen un golpe en la pared, de esos golpes que salen cuando sales la noche anterior, te pasas de copas, hay pelea doméstica y luego no te acuerdas de qué ha pasado.

Elan Cultural: si alguien quiere un roast personalizado, que te escriba para organizarle uno. ¿Qué otros proyectos tienes en mente?

David Suárez: esto va a sonar a cretino absolutamente, pero como las cosas que hago siempre tienen el factor sorpresa o salir con ello hecho ya al cien por cien, no puedo contar mucho, pero ahora mismo estoy con los shows y preparando otras cosas que espero que salgan dentro de poquillo. Mientras tanto, a darle caña a YouTube o a Twitch.

Elan Cultural: hablando de Twitch, no sabía si íbamos a poder hacerte esta entrevista o si las fans de BTS iban a asesinarte antes de que llegaras a nuestro estudio por haberte metido con ellos.

David Suárez: Dios mío, el colectivo más sensible de la historia, por encima de todos. No sé cómo he conseguido sobrevivir, son más sensibles que un clítoris, qué gente más pesada, madre mía, que les follen. Me hizo gracia uno que me dijo: “joder David, otra vez metiéndote con los discapacitados”.

Elan Cultural: ¿cómo es ese momento en el que haces un chiste en un show y no se ríe absolutamente nadie?

David Suárez: eso es algo por lo que voy a pasar ahora en mis próximos shows, seguro. Nada, vas haciendo callo y te acostumbras. El cómico tiene que estar acostumbrado a fracasar, y te tiene que dar igual fracasar, porque si no te da igual, lo vas a dejar.

Elan Cultural: ¿hay alguna forma de disfrutar el fracaso?

David Suárez: sí. Cuando fracasas te puedes reír de ti mismo y de las cosas que no han funcionado, pero hasta ahí.

Elan Cultural: bueno, hay una película basada en Eminem, “8 millas”, en la que el protagonista consigue ganar un concurso de batallas de gallos porque empieza a improvisar sobre todos los fracasos que ha tenido en su vida para que su rival no pueda echarle nada en cara. Hizo un triunfo de sus fracasos y su carrera empezó ahí, aunque  no sabría decir si es un hecho biográfico al cien por cien o si el triunfo gracias al fracaso es cosa de la magia de Hollywood.

David Suárez ah, hostia, eso no lo sabía. Supongo que el fracaso sí puede darte cosas buenas, pero sentirse fracasado también puede llevarte al suicidio, como al de Linkin Park, aunque hay gente que dice que no fue un suicidio porque tenía papeles del Pentágono o algo así.

Elan Cultural: sí, se dice que él y Chris Cornell, el cantante de Soundgarden, habían descubierto casos de pederastia de altos cargos políticos y que como iban a desvelarlo todo, les mataron a los dos. Además la teoría conspiratoria se alimentó porque Chester se suicidó el día del cumpleaños de Chris, que además de ser muy amigos era el padrino de uno de sus hijos.

David Suárez: es que hay mil versiones de todo y quién sabe. Yo he oído mil versiones de los últimos días de Hitler: unos dicen que se fue en un OVNI, otros que se fue a Galicia… a Galicia. ¿Hay peor destino? Es que menuda mierda. Te vas a México, te cambias de nombre, haces algo que esté guay… pero a Galicia. Galicia. En fin.

Elan Cultural: volviendo al tema del tuit por el que te denunciaron, llamó la atención que aunque hubo gente que salió a tu favor, muchos cómicos te criticaron. ¿No es un poco tirarse piedras encima?

David Suárez: pasan dos cosas. La primera es que todo es político, incluyendo lo privado y lo personal, y ahora en comedia hay un debate en el que hablan mucho los woke, que son personas que se autodenominan así porque “se han despertado” y se han dado cuenta de todos los problemas sociales que existen. No sé, yo me considero feminista y me doy cuenta del problema que hay con el machismo y no me autodenomino “woke” como si me hubiese despertado. Puedes no ser un gilipollas y darte cuenta de que hay minorías, de que el mundo es cambiante, no sé. Hay gente que sigue en 1986 haciendo los mismos chistes casposos de siempre y en fin. Para mí el factor clave y la razón por la que pienso que no debería haber debate es que no es el mismo hacer un chiste de x cosa sabiendo que tú eres clase media intelectual, es decir, que estás en el mismo barco de gente que entiende la realidad que nos rodea, a encontrarte con un público que, cuando haces un chiste del colectivo que sea, salte diciendo “sí, los putos maricones de mierda, que les follen”. Pues no, no, no, cada vez que pasa eso les digo que no va por ahí la cosa. Así que pienso que en el humor, si estás diciendo una mentira, una performance, ¿cuál es el problema? Hay que saber diferenciar una cosa de la otra, y los woke piensan que todo es igual de casposo.

Elan Cultural: supongo que alguien que se llama a sí mismo “el que ha despertado” ni siquiera querrá escuchar este tipo de argumentos porque piensan que “tú sigues dormido y ciego”, así que ni te dan la oportunidad de hablar porque tu opinión no les vale.

David Suárez: eso es. Hay una cosa aparte que me pone muy nervioso, y es que incluso ahora que hay más apoyo, te das cuenta de que hay causas sociales que mola defender porque hablan de ti mismo. Con el ejemplo de las niñas de las que hemos hablado hoy, vi en la tele y en internet a mucha gente diciendo cosas más para tener una buena imagen pública que por empatía hacia la niña y hacia la familia, y me pongo muy nervioso. Hay tanta gente con tantas ganas de demostrar lo buen ser humano y lo sensibles que son… no eres mejor que yo aunque me haya podido quedar callado, no eres mejor que nadie. Hay mucha gente que defiende causas porque les deja en un buen lugar pero no defienden otras porque aunque estén de acuerdo con ellas, como el de la libertad de expresión en el humor, están los síndrome down del chiste, que solo era eso, un chiste, y podría ver dañada su imagen. Cuando esto pasó, hubo muchos comentarios tipo “a mí no me ha hecho gracia el chiste, pero…”. Lo que haces al empezar el comentario así es escudarte, como ponerse por encima moralmente de algo. Si a un panadero le queman la panadería, yo no le voy a decir que su pan era una mierda pero que es una putada que le hayan quemado el negocio.

Elan Cultural: ahora se habla mucho de la generación de cristal, dicen que hay mucho ofendidito. ¿Qué piensas sobre esto?

David Suárez: pues depende de cómo te tomes las cosas. Creo que todo el mundo tiene algo de razón; es entendible que en una España como ahora sea muy jodido ver el sketch de “Mi marido me pega” y es verdad que ese discurso que tienen algunos que dicen que “ya no se puede decir nada” me parece bastante victimista, pero por otro lado, me parece un poco cínico que se piense que la gente no está demasiado sensible, porque hay mucho ofendidito por cosas que ni les va ni les viene.  Creo que sí hay generación de cristal, pero no creo que sea del todo malo porque esta sensibilidad está sirviendo para darle visibilidad a enfermedades mentales, minorías y tal. Ahora la gente importa más que antes y eso está bien, pero también es verdad de que se llora por todo.

Al mismo tiempo creo que ahora con Patreon, Tik-Tok Discord y todas estas mierdas de niños de doce años, me estoy fijando en la comedia que va a venir dentro de unos años y me doy cuenta de que los chavales de ahora, quitando a algún facha y algún hijo puta puntual que hay, son todos feministas, todos entienden la movida mucho mejor que nosotros y hacen chistes en los que se dice “a fregar” sin que pase nada siendo infinitamente más feministas que los de nuestra generación. También veo a tías haciendo chistes tipo “ah, como soy mujer, tal”, y se lo pasan bien, no tienen tanto miedo como nosotros, que lo estamos haciendo un poco tabú igual que nuestros padres tienen el tabú del sexo por el tema del franquismo o lo que coño sea. Yo creo que mi generación va a tener el tabú de hacer chistes de minorías y cosas sensibles y nuestros hijos nos van a decir que no pasa nada por decir algunas cosas, que no seamos puto gilipollas, igual que nosotros le decimos a nuestros padres o abuelos que no pasa nada por hablar de sexo.

Elan Cultural: como has dicho, todo va evolucionando, el humor incluido. Tú, como humorista, ¿te estás preparando para el futuro? ¿Has llegado a pensar en cómo renovarías tu humor si llegara a caducar para poder seguir comiendo?

David Suárez: sí, es la obsesión que tenemos todos, y el cómico que no la tenga, pues mal por él porque si no estás pendiente de qué cosas se quedan viejunas, te vas a quedar viviendo en 1900. Tú vas creciendo como cómico al tiempo que creces como persona, y aunque suene un poco de Mr. Wonderful, es verdad: hay cosas que me hacían gracia con 22 años y que ahora no. Veo que los temas de los que me gustan hablar suelen cambiar aunque siga haciendo chistes de gente haciéndose pajas, pero los hago de forma diferente. Ya no son chistes de paja de alguien de 18 años, es distinto. Yo creo que además mola mucho ver cómo alguien a quien sigues de hace tiempo va madurando y creciendo y vas diferenciando las épocas más maduras que van acompañándote. No hay que quedarse haciendo lo de siempre, no hay que quedarse estancado en los 22 años porque eso es la muerte.

Elan Cultural: ¿te gustaría añadir algo a la entrevista para despedirte de tu público?

David Suárez: la verdad es que no, pero no por nada, es solo porque cada vez que digo algo me meto en problemas así que lo único que añadiría es que estas galletas saladas que me habéis puesto aquí están muy ricas.