La canción que abre el álbum es “Perfecto”. Es uno de esos temas cuyo ritmo hace que termines moviendo la cabeza y chascando los dedos sin que te des cuenta. La línea melódica de la canción es muy sensual: te invita a escuchar lo que tiene que decir y consigue convencerte. En algunas partes puntuales el autotune es evidente, pero hay formas y formas de ponerse efectos en la voz. Roi no se ha marcado un Ylenia con “Pégate”, sino que usa las modificaciones de voz con cabeza y solo cuando la canción lo pide. La letra es simple, pero también muy fácil de aprender, así que no sería de extrañar que unas horas después de escucharla te sorprendas a ti mismo cantándola mientras cocinas, te duchas o mientras sacas al perro.

“Te dejaré” es la canción que compuso con Andrés Suárez, pero bien podría haberla hecho con Jared Leto: si me dicen que es una versión traducida de uno de los hits de 30 Seconds to Mars, me lo creo. Si cierras los ojos y te paras a escucharla, perfectamente te puedes imaginar a ti mismo en un festival lleno de gente en el que hay globos gigantes sobrevolando un público eufórico, a un montón de personas cuyas manos quieren alcanzar las estrellas, a una multitud saltando y jugando con el confeti que cae del cielo mientras le cantan y le sonríen al grupo de amigos con el que ha ido a disfrutar del concierto. Roi en directo gana mucho, todo el que lo haya visto en la gira de OT lo sabe y lo confirma. El ritmo, el instrumental, los coros, la alegría de la voz del gallego… Que viva Galicia, que viva la buena música y que vivan los tejados que quiere sobrevolar. Es un temazo en toda regla.

La siguiente en llegar es “Plumas”, que ya la conocemos. Aunque el primer single del artista es “Por una vez más”, esta fue la verdadera presentación del disco, entre otras cosas porque aquí Roi ya tenía algo más claro lo que quería hacer, cómo quería enfocar sus canciones y, en mayor o menor medida, cuál sería el camino que seguiría. Es un tema algo más sencillo que el anterior y menos pegadizo que el primero, pero también es verdad que es de las canciones que menos se asemejan a sonidos que podemos escuchar en otros artistas, así que es lógico que quiera presentar su carrera en solitario con este tema. Es distinto, es bueno y encima ha servido para matar al sapoconcho en el videoclip. Bien jugado, Roi.

La intensidad sube con la primera balada del disco, “¿Quién quedará?”. El piano es precioso y la letra desgarradora, pero el pilar de la canción está en la interpretación de Roi, que consigue transmitir todas y cada una de sus palabras. “Me cansé de ser siempre el bufón. Duele sentirme un error”. No es fácil contar historias personales, pero es muchísimo más difícil hablar de sentimientos que tienen que ver directamente con tus inseguridades y complejos. La balada es un diez rotundo, la letra se te queda grabada a fuego y el valor que Roi ha debido tener para hacer público algo tan íntimo es de agradecer.

No podía faltar una canción dedicada a sus compañeros de programa. “Contigo” es el tema inspirado en sus días en la academia y en el amor fraternal que siente hacia “sus hermanos”.  La canción invita a la fiesta y al buen rollo, a bailar con tu gente, a decirle “te quiero” a todas las personas especiales que forman parte de tu día. El peligro de hacer un sencillo así es que puede darse el caso de que alguien que no haya seguido Operación Triunfo no conecte con el tema, pero realmente cualquier persona, haya sido espectador o no, puede sentirse identificada con facilidad.

“Invierno” es un tema a medio tempo que en directo funcionará genial. Los teclados eléctricos, los gritos desgarradores de Roi y el ritmo bombeante hacen de esta canción una de las sorpresas más agradables del disco. Nunca habíamos visto a un Roi con la voz tan rota como con esos “avísame” de los estribillos, que son sin duda lo mejor de la canción. Se agradece mucho ver que el gallego ha seguido evolucionando incluso después de terminar el programa. El trabajo duro al final tiene sus recompensas.

Con guitarra en mano y un ritmo mucho más tranquilo y casero, llega “Insuficiente”, un tema que sigue la línea del “Shape of you” que se marcó con Amaia en la Gala 5. Es una buena canción, pero también la que menos cosas nuevas aporta. La letra vuelve a ser muy sencilla, quizás algo cliché. Con todo y echando un vistazo general al disco, tal vez sea la canción más floja, pero sigue siendo muy agradable de escuchar.

Y, por último, llega “Por una vez más” en la versión que ya conocemos y en acústico. Es un buen tema que gana muchísimo en directo, tanto por las tablas de Roi y el ambiente de complicidad que consigue crear como por la parte instrumental, que se ve reforzada con creces. La versión acústica es muy bonita, pero para un disco tan corto (tan solo 9 canciones) tal vez habría sido mejor dejarla fuera y añadir un tema nuevo. Al fin y al cabo, entre estas dos versiones del primer single y “Plumas”, ya conocíamos un tercio del álbum.

El primer trabajo de Roi ha sido todo un éxito, al menos en calidad. Aún no sabemos cómo será a nivel de ventas, pero empezar con un disco como “Mi lógico desorden” es asegurar que todos los fans que lo siguieron en el programa continúen su carrera artística y quieran estar al tanto de sus pasos, así que, afortunadamente, habrá Roi para rato. Lo único a mejorar, y diciéndolo desde una opinión totalmente subjetiva, es el tema de las letras, pero confiamos plenamente en que con el paso del tiempo madurará artísticamente hablando y conseguirá superarse a sí mismo.