Gracias a la grafología podemos interpretar a partir de pautas básicas el carácter y la personalidad del autor de la letra o de la firma (en este caso, de Alfred). En este breve informe NO trataremos de predecir conductas, tan solo analizaremos su personalidad sin entrar en juicios de moral. Además, todos los aspectos sobre los que se hablen harán referencia al momento exacto en el que Alfred escribió, ya que la grafología tan solo evalúa la personalidad del presente en el que se ha escrito. No se evaluará, por tanto, ni el pasado ni el futuro de Alfred.

Cuanto más grandes son las crestas en relación al cuerpo central de la letra, el individuo tenderá más a centrarse en el mundo espiritual y de las ideas que en el material. Las crestas de Alfred son muy grandes, así que tiene un mundo espiritual muy rico, lo que se asocia directamente con una gran creatividad y con refugios personales que pueden hacerlo aislarse en ocasiones.

Cuanto mayores sean son los pies, más se tenderá a moverse hacia lo material. No tiene por qué tener que ver con el dinero o con pulsiones de ningún tipo: las personas que tienden a lo material son aquellas que convierten una idea en una realidad, son personas prácticas capaces de llevar a cabo las ideas que tengan.

Alfred tiene los pies y las crestas grandes, así que, al tener un mundo espiritual muy rico y lleno de ideas que quiere trasladar al mundo real, pueden surgir dificultades en su persona que lo hagan estresarse o agobiarse. No obstante, eso también nos confirma que tiene un espíritu combativo y constante que no le frena, por mucho agobio que tenga, hasta alcanzar la meta que se haya propuesto, ya que su personalidad lo obliga a seguir imaginando, ideando y trasladar esos sueños a la realidad. Debido a todo esto, es posible que a veces tenga un pensamiento disperso y la sobreactividad haga que vuelva el estado de estrés y su carácter se vuelva inquieto, pero, de nuevo, su espíritu de lucha tira de él, haciéndolo un gran guerrero que nunca se rinde y que, por tanto, obtiene muchas victorias.

Las personas con la letra inclinada hacia la izquierda suelen tomar decisiones muy premeditadas, se mueven por la razón y por la cabeza más que por el corazón. Quienes la tienen inclinada hacia la derecha, suelen moverse más por impulsos emocionales que por razonamientos lógicos y premeditados. La de Alfred suele ser recta, aunque tiende a inclinarla hacia la derecha. La letra con una inclinación vertical o recta habla de personas prudentes que tienen conflictos entre la razón y el corazón. No obstante, al tender a inclinarse hacia la derecha, la parte emocional de Alfred sale a la luz, haciendo seña de la necesidad de tener contacto con el medio y de compartir parte de su mundo interior con el entorno que lo rodea, sin querer decir esto que se exponga totalmente (ya que la inclinación no es para nada exagerada).

En su escritura hay muchos ángulos. Los ángulos nos muestran a una persona con un carácter combativo y que hace frente a lo que para él suponga una adversidad. Hablan de personas activas que luchan y que presentan resistencia ante cualquier tipo de injusticia o de figura que simbolice autoridad. Todo esto nos sugiere que es una persona reservada y contenida que en ocasiones puede ser distante, ya que no le sigue la corriente a cualquiera, sino que se mueve por aquello en lo que cree o por/con aquellos en quienes confía.

Por otra parte, también hay gestos curvos, no es una letra totalmente angulosa como podría serlo la de Donald Trump (haz click aquí para verla). Los gestos curvos muestran a un individuo cordial, amable y algo más cálido que la angulosa. Al ser la letra de Alfred una mezcla, se diría que es una persona amable y cercana, pero que guarda las distancias por prudencia, timidez y falta de confianza.

Tiende a simplificar algunas letras hasta el punto de que casi desaparecen. A esto se le llama escritura filiforme. Es algo propio de personas muy inquietas que intelectualmente hablando son más rápidas que la media. Es también propio de personas con carácter cambiante que saben adaptarse perfectamente a situaciones de todo tipo, incluyendo las incómodas, de las que saben escapar perfectamente. Otro gesto que complementa esta rapidez intelectual es que cuando une letras, suele hacerlo por la parte de arriba y no por la de abajo. No es un gesto que por sí mismo denote inteligencia, pero cuando se da en la letra filiforme, refuerza la interpretación de la rapidez intelectual.