Después de muchos meses de parón, por fin hemos podido disfrutar de nuevo de un concierto. Nick Maylo ha sido el artista con el que nos hemos estrenado en este post estado de alarma, y ha sido todo un lujo disfrutar de su voz. El concierto fue corto: tan solo cantó cinco temas en acústico, pero porque la idea del evento no era tanto hacer un concierto en sí, sino regalarle al público algunas de sus canciones más representativas en un ambiente íntimo, tranquilo y seguro. Cuando terminó hizo un Meet & Greet con sus fans, con quienes tuvo un trato excepcional en todo momento.

Redacción y fotografías: Luis Sánchez

No había mucha gente, pero esa era la idea: que el primer encuentro musical entre Nick y sus fans fuese algo tan íntimo que todos se llevaran a casa un recuerdo único que pudieran guardar para siempre. De haber sido un concierto con un aforo “normal” habría sido imposible que Nick le dedicase el tiempo suficiente a cada persona y la magia del encuentro se habría roto. Es verdad que el aforo debía reducirse sí o sí para que se cumplieran las distancias de seguridad y que realmente podría haber decidido cantar en otra sala más grande, pero esto habría estropeado el concepto del encuentro y la tarde no habría sido tan especial para él y sus seguidores como lo fue.

Como ya dijimos antes, cantó un total de cinco canciones: dos covers y tres temas propios. Las versiones fueron ‘Mistletoe’ de Justin Bieber, que, según él mismo dijo, fue una canción muy importante porque se la dedicó a una chica de la que estuvo enamorado; y ‘Jelous’, de Labrinth. Es la primera canción de nominado que cantó en Operación Triunfo y, para muchos, su mejor actuación en el programa.

‘Historias robadas’ fue el primer sencillo propio que cantó y, viendo las caras que ponían sus fans al escuchar ese “regalos del mar, regalos del mar”, se puede decir que fue todo un éxito al que poco después se sumaría ‘La sequía’, un tema que, por lo que dejó caer, saldrá a la luz antes de lo que pensamos.

La canción que cerró el concierto fue ‘Huracán’, su último single. Hasta ese momento, Nick cantó e interpretó bastante bien todos los temas, pero es verdad que hubo una diferencia muy clara entre la atmósfera de ‘Huracán’ con todo lo anterior. Todos sabemos que Nick es un chico muy nervioso que se deja llevar con facilidad, es una persona muy transparente, pero fue solo en esta última canción cuando se atrevió a animar al público para que movieran los brazos al mismo tiempo que él. Fue donde más sonrió con diferencia, donde más cómodo y a gusto se le vio y donde más se palpó la conexión entre él y su público.

La única crítica constructiva que podemos dar de su actuación es que nos hubiese gustado ver al Nick de ‘Huracán’ durante todo el concierto, que la conexión que hubo se produjese desde la primera canción y se mantuviese hasta el fin del show. Por supuesto, es un primer concierto de una carrera prometedora, y en nuestra opinión, lo que tiene que mejorar solo se consigue con experiencia.

Antes de empezar el concierto, los responsables de la Moby Dick y el equipo de Nick organizaron al público para que, al terminar la última canción, fuesen en grupos pequeños a la terraza para que el catalán les dedicara un póster firmado y para que todos tuviesen un momento a solas con él. Fue una experiencia muy bonita para sus seguidores, que, dicho por ellos mismos, repetirían sin dudar.