El Drogas sacará a la luz este viernes un proyecto ambicioso y completo titulado «Solo quiero brujas en esta noche sin compañía» bajo el sello de Warner Music. Hablamos de un total de 42 canciones, de las cuales solo conocemos «Ya podemos irnos» y «Al salir la luz«, que estarán distribuidas en cinco discos temáticos diferentes. Nosotros tuvimos la oportunidad de ir a la preescucha de 11 temas en la Sala Artistic Metropol de Madrid el pasado 17 de septiembre y solo vamos a adelantar que salimos de allí gratamente sorprendidos.
En un ambiente de cine, oscuro y en silencio, fueron apareciendo títulos de canciones acompañados del nombre y la portada del disco al que pertenecen. A primera vista, las ilustraciones me atraparon por su contenido, forma, colores y, sobre todo, me convencieron: representan muy bien el estilo de las canciones y se aprecia el trabajo que tienen detrás. Es importante que los cantantes no olviden la parte visual de su música y este no es el caso.
En el primer disco, «TIBRE ACÚSTICO. Sale la luz», escuchamos el interior de Enrique desde la intimidad y con unas letras que rompen. «Sin lámpara» fue la novedad y, más allá de tratar un tema delicado como es el suicidio, suena muy bien. «TIMBRE OXIDADO (EUROPA). Pinturas de guerra» es el segundo álbum y el más reivindicativo: trata la problemática de los refugiados o la inmigración desde una perspectiva crítica e incómoda. El sonido, muy diferente al anterior, tiene de protagonistas a la guitarra eléctrica y la batería para dar ese toque hardcore. Mi tema favorito fue «Se termina ya», el cual está cantado a dúo con una mujer y genera un contraste de voces muy elocuente.
El tercero es «TIMBRE CANALLA Y DE BULLANGA. El arrabal que tiembla» e incluye temas R&B que nos transportan a las calles nocturnas y gamberras. Me impresionó el tono hablado al principio de «Ya podemos irnos», en cuya letra podemos encontrar versos como: «Soy un jodido borracho que en la botella guarda el cepo». El cuarto, y el que más me impactó, se titula «TIMBRE FUNDIDO. Circo sin hogar» y narra historias circenses en la voz de distintos protagonistas. Dos de ellos son «El dueño» y «El forzudo», y contrasta la prepotencia del primero con la ira del segundo. Es la banda sonora de una realidad escondida tras un telón inspirada en el cuento «Fénix» de Julio Ramón Ribeyro.
El quinto y último disco, «TIMBRE EQUIVOCADO. Deja que me agite en la frontera», no tiene unidad sonora, pero sí temática. La guitarra, el piano y el amor toman aquí un papel principal y cierran este gran trabajo con temas como «Perderte es la diferencia» o «Acertijos por andar», donde la voz, letra y música se enlazan para romperte los esquemas.