Fotografías hechas porDiego Simón y Luis Sánchez
Crónica escrita porLuis Sánchez

Nerea Rodríguez es uno de los más claros ejemplos de cómo debe ser un artista: hay que tener constancia,  ser trabajador, entregado y agradecido con cualquier oportunidad que tenga. Operación Triunfo fue el programa que catapultó a la catalana, pero ha tenido muchos más trabajos desde entonces, como actuar en el musical La Llamada (siendo la protagonista), ser actriz de doblaje o incluso ejercer de camarera junto a su compañero y amigo Agoney en un programa de televisión, aunque aún no haya sido emitido. Con tan solo un single en el mercado, decidió dar un paso más y se atrevió a anunciar una pequeña gira de conciertos por cuatro ciudades españolas. Así, el domingo 24 de marzo Nerea se subió al escenario del Club Changó (Madrid) para hacer realidad uno de sus sueños: cantar sus propios temas a su público.

La canción de apertura de cualquier concierto es más importante de lo que parece. Una buena primera impresión puede ser vital para la percepción del show entero: si el primer tema pasa sin pena ni gloria, la euforia y las ganas de diversión del público son bastante nulas. No obstante, con un buen arranque los motores ya estarán calientes desde el segundo cero, por lo que los asistentes darán todo lo que tienen desde el principio y seguramente salgan de la sala con ganas de repetir. La primera canción fue “Y ahora no”, su primer single, y por algunos comentarios que se escuchaban por la sala, como “qué pasada”, “vaya voz” o “increíble”, la noche prometía y prácticamente ni había empezado.

Prosiguió con un “Runnin’” que todo el público conocía porque en la primera gala de su edición de OT la cantaron Miriam y Agoney, quienes, desde la parte de arriba de la sala, miraban abrazándose el uno al otro cómo su pequeña se hacía grande con cada nota que cantaba. Cuando el sencillo terminó, empezó a soltar una risa nerviosa que anticipaba lo que estaba por venir: cogió una guitarra y presentó “No mires atrás”, un tema escrita por ella que aún no ha salido en versión estudio. Entre que el sonido de la sala era bueno, que la balada es preciosa y que Nerea tiene un chorro de voz tan potente como fino y delicado, la Changó no hizo otra cosa que romper a aplausos cuando el tema terminó.

Aún con la guitarra en mano, se confesó fan absoluta de Los hombres de Paco para introducir “Me gusta así”, uno de los temas que se pudieron escuchar en la serie. De pronto, casi sin darnos cuenta, toda la emoción que habíamos acumulado con estos dos temas tan íntimos se convirtió en diversión y fiesta con un “Superstar” lleno de buena vibra y alegría. Es importante que un artista pueda pasar rápidamente de un contexto a otro, y gracias a la versatilidad de la voz de Nerea y a su capacidad interpretativa, es capaz de hacer que el público se sienta como si estuviese en un columpio: yendo y viniendo de una emoción a otra con una velocidad que te sorprende hasta a ti mismo.

Nadie” es otro de los temas inéditos que, de momento, solo se puede escuchar en sus directos. Es una canción a medio tempo bastante bueno en la que los principales protagonistas son su torrente de voz y el piano. Es un buen tema, pero tal vez hubiese sido mejor cantarlo antes que el anterior para que las canciones más íntimas estuviesen en un mismo bloque y que “Superstar” fuese cantada junto con otras más rítmicas y con más movimiento, que son las que vendrían después, y, así, que los temas estuviesen un poco mejor hilados.

Uno de los momentos más esperados de la noche era la colaboración de Ricky Merino, que se había anunciado días antes pero sin llegar a decir qué cantarían juntos. El tema elegido fue “Shallow”, el cual cantaron agarrados de la mano prácticamente de principio a fin. Cuando uno cantaba, el otro callaba y sonreía, orgulloso y feliz de compartir un momento tan íntimo con una persona tan especial para él. No sería la única canción que cantaran a dúo: el ritmo y la sensualidad contagió a la sala entera con el “Miénteme” que presentó Ricky a finales de 2018. Al terminar la canción, el público ovacionó todo lo que pudo a los dos artistas y pidió que cantaran el “Time of my life” que se marcaron en el programa que les unió. Cantaron un trocito a capella y, antes de irse, Ricky se puso de rodillas, pidió la mano a Nerea, como si fuera a pedirle matrimonio, y le propuso cantarla entera con ella en el concierto que dará el 10 de mayo en Madrid.

Llegó el momento eurovisivo de la noche con “Quédate conmigo”, una de las actuaciones estrella de Nerea en Operación Triunfo. Fue la canción con la que más fans ganó en el programa, y no es para menos, le va como el anillo al dedo. Como siempre, el tema salió de diez, la interpretación fue excelente y el público no podía estar más contento. De nuevo, la cantante pasó de un contexto a otro totalmente distinto con la siguiente canción, “Pero quiero contigo”. Es otro de los temas inéditos de Nerea, quizás el más bailable y de discoteca. Junto a “Y ahora no”, es la canción con la que hubo más interacción entre ella y el público.

Hace tiempo, en el Carrefest, tuvimos la oportunidad de escucharla cantar la increíble “Stone Cold” que ha marcado a tanta gente. Es una de las mejores baladas escritas y en la voz de Nerea queda absolutamente espectacular. Incluirla en el setlist fue un acierto y ojalá la mantenga tanto en esta gira como en la venideras. Nos dejó a todos con los pelos de punta y boquiabiertos, así que había que agradecérselo de alguna forma: para el siguiente tema, “Tu segunda opción”, el público sacó en el primer estribillo un cartel en el que ponía “eres nuestra primera opción”. Cuando la catalana vio el proyecto que organizó su club de fans, no pudo contenerse y soltó, de nuevo, una risa que delataba una mezcla entre nervios y felicidad absoluta.

La recta final empezó con un pequeño guiño a La Llamada con un “I have nothing” con el que, una vez más, demostró que el don que tiene en la garganta es único y potente como él solo. Pocos segundos después de que terminase, las primeras notas de “Symphony” empezaron a sonar y la sala se vino arriba. Todo el mundo enloqueció con el tema que interpretó con Agoney en OT, quien, bailó y cantó como el mayor de sus fans.

El concierto terminó con “Y ahora no”, tal y como empezó, una estrategia un tanto extraña pero que funcionó bastante bien. El público la cantó con mucho más ahínco que la primera vez, en parte porque sabían que era la despedida, en parte porque después de todo lo vivido, tenían las emociones a flor de piel.

Nerea dejó claro que está preparadísima para dar conciertos y vivir de ellos. Tiene el nivel y la capacidad necesarias para ello, y si a esto le sumas las ganas que tiene de comerse los escenarios y el todo el trabajo que está haciendo, seguro que en el futuro no muy lejano tendremos muchas noticias relacionadas con ella.