Elan Cultural: buenos días, Mala. ¿Cómo estás?

Mala Rodríguez: muy bien

Elan Cultural: ¿todo guay?

Mala Rodríguez: todo chupi guay

Elan Cultural: ¿sí? En Instagram has subido algo que me hace pensar que estás un poco cabreada. Era una cita que decía “primero fascinan a los tontos y luego amordazan a los inteligentes”. ¿Podrías desarrollar la idea y explicar por qué lo has compartido?

Mala Rodríguez: bueno yo creo que está todo escrito, que la historia se repite, que es alucinante cómo podemos ser así de necios los humanos. Esa frase habla de las elecciones europeas y de todo lo que ha pasado nuestro querido pueblo, nuestra querida humanidad, en el día de las elecciones. 

Elan Cultural: no se te ve muy contenta, ¿no?

Mala Rodríguez: no, a ver, ¿tú a mí me has visto triste cuando has llegado? (levanta una bandeja con cinco huevos fritos para mostrar que está tranquila). Estoy muy contenta y agradecida, estoy muy feliz de seguir aquí, pero la verdad es que hay cosas que me llaman mucho la atención, me hacen como, no sé, me hacen reflexionar.

Elan Cultural: quería empezar por esta pregunta para enlazarla con algo que dijiste en una entrevista hace poco hablando sobre «UN MUNDO RARO«: “con este disco aspiro a llegar a un público con un mínimo de cultura y de inteligencia”. ¿Crees que la gente que no vaya a entender tu disco, tus letras y tus canciones puede ser la misma que haya votado opciones tan extremas?

Mala Rodríguez: pues mira, tengo mis dudas porque soy bastante optimista y creo que hay gente que tiene una cosa que se llama corazón. Entonces yo creo que hay cosas que van más allá de la razón y llegan al corazón de la gente y conectas, pero también entiendo que hay gente que aún teniendo ese corazón tiene un pensamiento más obtuso y no puede ver desde fuera, o no puede comprender a lo mejor otro tipo de situaciones.

Elan Cultural: les falta empatía.

Mala Rodríguez: esa es la palabra más clave, empatía. Yo creo que falta empatía porque en el momento en el que tú te pones en la piel del otro, se cambia. Esto cambia, cambia mucho.

Elan Cultural: en este disco has querido hablar de muchos temas importantes, de ahí que esperes una reflexión por parte de quien lo escuche. ¿Cuáles son los temas generales sobre los que has hablado en “UN MUNDO RARO”?

Mala Rodríguez: bueno, el álbum trata temas de carácter personal que acabo llevando al mundo que nos rodea. Todo nace de una crisis interna y, en ese conflicto, reflexiono sobre la traición, sobre el ego, la lealtad, ese conflicto me lleva a reflexionar sobre el valor de todo, sobre la salud mental, sobre el mundo en que vivimos, el perdón, la búsqueda de la libertad.

Elan Cultural: ¿y has conseguido llegar a alguna conclusión?

Mala Rodríguez: sí, he llegado a una conclusión y por eso he terminado el disco. Estuvimos casi cuatro años, y en este tiempo he ido desarrollando la historia, que tiene mucho que ver con perdonarte a ti mismo y perdonar a los demás para poder liberarte y encontrar esa paz, esa felicidad, esa calma. 

Elan Cultural: esa calma se puede encontrar en tu tema “FELIZ”, del que hablaremos después. Antes de eso, dime, ¿ha sido más fácil perdonarte a ti misma o a los demás?

Mala Rodríguez: a mí misma. Cuando he reflexionado sobre eso me he dado cuenta de que siempre he querido hacerlo siempre perfecto, o agradar a los demás, a los otros. En mi forma de verlo, al final es darle una mirada rápida a mi vida o a mi carrera y wow, en realidad en muchos momentos podría haber disfrutado más y no lo hice. Ahora mismo es distinto.

Elan Cultural: en este disco has hablado de la reivindicación de la libertad, el acento andaluz, la accesibilidad para el alquiler, el consentimiento, el machismo… me choca porque se te hizo polémica la frase “no me considero una persona de izquierdas”, y estos temas son muy propios de gente de izquierdas. 

Mala Rodríguez: eso que se leyó en Twitter no es algo que yo dijera. Para que veas cómo son esas cuentas de memes de Kanye West, yo hablé con alguien y tratamos el tema del comunismo, y entonces parafraseé a Paco de Lucía en un momento en el que él dijo: “yo ya no soy comunista porque cuando gané mi primer millón no lo compartí con los pobres”. Y yo dije: “pues yo no soy tan de izquierdas porque cuando gané mi primer millón no lo compartí con los pobres”. Hice un juego de palabras, pero claro, mucha gente me decía “a la hoguera” y me quemarían, estuve ahí prendía, pero como yo tengo mucha paciencia, mucho amor, sé de dónde vengo, sé quién soy y adónde voy, no me enzarcé con nadie, igual que no me he enzardado en las otras mil millones de cosas que me han venido. Esa frase viene de ahí, de una conversación que tuve con alguien que se sacó de contexto y claro, así vista, no lo entiendes, pero yo te lo explico y sí lo entiendes. Mi familia es muy humilde, vengo de un lugar muy humilde y por supuesto que defiendo que todos vayamos todos para adelante. Se llama progresismo.

Elan Cultural: a veces el periodismo puede ser algo amarillista y mentiroso, ¿no?

Mala Rodríguez: yo creo que a veces hay periodistas a los que les hubiera gustado ser escritores de ficción, y como no pudo ser, les tocó hacer periodismo y hacen eso.

Elan Cultural: también has tenido mala suerte porque han llegado a relacionar esas declaraciones sacadas de contexto con letras tuyas, como con “yo tengo un trato, lo mío pa mi saco”, así que se refuerza su punto.

Mala Rodríguez: ya, pero es por otra cosa. Ese “yo tengo un trato, lo mío pa mi saco” quiere decir que voy a defender lo mío a muerte, y lo mío no es dinero, significa todo lo que yo estoy haciendo, toda la energía que estoy poniendo, voy a currármelo, voy palante, es algo mucho más. No es tan superficial. Está claro que el que quiere buscarte las cosquillas y el que quiera hundirte y el que quiere hacerte un mal te lo va a hacer, pero de verdad te lo digo, no me importa, a mí me da igual. Si alguien quiere hacerme daño que me lo haga, a mí me da lo mismo porque yo sé quién soy y sé cuál es todo mi trabajo, toda mi carrera habla por mí, no tengo ni siquiera que salir a dar un comunicado o responder, porque me decían que al menos sacara un comunicado. Yo digo “es que no voy a hacer nada porque me parece una estupidez”, ¿sabes? Aprovecho ahora para decirlo porque no está de más, pero vamos.

Elan Cultural: tu disco también habla de las contradicciones del ser humano. En “PAGANI” dices haber abortado aunque estés en contra del aborto. 

Mala Rodríguez: a mí es que una de las cosas que me encantan a la hora de escribir es hablar sola. Hablar solo es maravilloso, yo lo recomiendo, que nadie os diga “estás loca”. No, está genial hablar solo, se aprende mucho hablando solo. Yo he aprendido mucho de mi misma y cuando escribo, al final es como si estuviera hablando sola. Haciéndolo, te das cuenta de que no todo está todo en orden en mi mente. No está todo en orden en mi corazón. Intento poner las cosas en orden, y sí, es un conflicto y sí, es una contradicción, pero es que cualquier persona que no tenga ninguna contradicción me parece que es un simp.

Elan Cultural: ¿y qué tendrían que hacer para dejar de serlo?

Mala Rodríguez: no sé, que se jodan, vamos, ¿a mí qué me importa? Yo bastante tengo con lo mío. Sobre lo del tema del aborto, es algo que llevo arrastrando desde hace tiempo porque he estado en Argentina, en Buenos Aires, cuando fue la megamanifestación esa que hicieron allí, y daba la casualidad de que por causas del destino estoy haciendo un concierto donde hay una pedazo de manifestación por los derechos del aborto, por la legalización del aborto. Me preguntan allí y digo: “pues mira, yo, personalmente, María Rodríguez, yo no estoy a favor del aborto, yo.  Porque tuve una experiencia que fue horrible”, y creo que encima de que hablo de eso, que ya es bastante personal, encima de que no soy una actriz que pueda meterse en mil proyectos, sino que soy mi propio proyecto, o sea, que me estoy implicando, pues… oye, esto no lo hace cualquier artista, todos los artistas vienen con su careta, te dan la entrevista, adiós, todo guay, chachi… yo me mojo porque a mí me gusta vivir la vida. Y cuando dije eso, oye, hay gente que no lo entiende, pero es que es como si cojo y se lo digo a una amiga: “ay, pues yo que tú no lo haría, pero entiendo que lo quieras hacer y entiendo que estás en tu pleno derecho de hacerlo”. ¿Entiendes? Con matices.